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Caucete, San Juan, Argentina
Ha publicado los libros de poesía Todos estamos solos (2002), Las Paredes y el Vacío (2005), Los Decepcionados (Editorial Poderosa Lectura, 2012), Vengo de donde lloran las rocas (Poderosa Lectura, 2018) y Desarmadero (El Andamio Ediciones, 2019).Ha trabajado como tallerista de lectura y escritura en los Centros de Actividades Juveniles, mediador de lectura en el proyecto educativo Bibliorodante para el Ministerio de Educación de San Juan. Los poemas, Soy una casa y Postal fueron incluidos en la Antología Federal de Poesía, Región Cuyo Andino (2016). Algunos poemas de Los Decepcionados fueron publicados en la Antología Binacional El Tunel 2.0 (2017). Los Decepcionados se presentó en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires (2016) y en la Feria Internacional del Libro de La Habana. El cuento Hiviñas, fue adaptado para guion del cortometraje homónimo (1° Premio INCAATV, Festival de cortos Penca, 2016).

jueves, 12 de diciembre de 2019

ME DICEN QUE HAS MUERTO - Vengo de donde lloran las rocas


Me dicen que has muerto

justo cuando estoy
por tomar la cerveza

Pero el vaso queda inmóvil

Salgo de la fiesta
a tomar aire

a mirar
las estrellas

El cielo está negro
es un pizarrón
sin palabras

Vuelvo

Camino entre luces de humo
y gente

puedo verte bailando sobre
un planeta de glicerina

reís y te movés
sos una llama de alcohol
que se evapora
como las vigas en los terremotos

Habrá sed y silencio

tomo un trago
para la sed
prendo un cigarrillo
para el silencio

Y salgo
a la calle
y me voy
a la ruta

Descampado

Una marea de noche
avanza por el parabrisas

Allá lejos
al fondo del Pie de Palo
flamea tu llama

una fogata que tirita
y se apaga

Van a quedar tus cenizas
en esas montañas
Allá donde sale el sol

la luna
los temblores


donde un coro de cimarrones
te canta su aullido.

SOY VIUDA - Vengo de donde lloran las rocas


Soy viuda
hace años

viuda
y feliz

me pegaba
por todos lados

así de grandes
los moretones
en mi espalda

a veces lloraba
y se me hacían grietas
en la cara

llenaba
de moretones
mi alma

pero un día reaccioné

agarré el frasco
y le apunté al ojo
y al ojo fue

gritó
y se me vino encima
su chorro de sangre
pintaba el aire

y me subí a la mesa
y le tiré una jarra

cayó al piso

todavía escucho el vidrio
trizándose en la cara 

y le di patadas

y chorros de sangre
pintaban el aire

le saqué
los pocos dientes
que le quedaban

la mandíbula abierta

y la jeta le quedó negra
como si fuera un nicho

como si fuera
su propio nicho.